Siete años y medio de prisión para el guardia civil que lideraba una banda de falsos agentes que asaltaba casas

Zaragoza.- ¿Quién se va a oponer a que una pareja de la Guardia Civil llame a una casa, a horas intempestivas de la noche, con una orden de hacer un registro en el interior? Nadie. Eso es lo que debió de pensar César Conteras, un agente del Instituto Armado que se encontraba de baja, que creó una banda de cuatro miembros que asaltaba con éxito casas del medio rural zaragozano. Este lunes todos ellos se han sentado en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza con una solicitud de prisión de más de 15 años.

Sin embargo, un acuerdo entre los abogados de la defensa; el de la acusación, Fernando Díaz Sanz, y la Fiscalía ha permitido que los cuatro procesados vean reducidos los años entre rejas. Concretamente, César Contreras y Daniel Díaz, defendidos por las letradas Carmen Sánchez Herrero y Noemí González, han sido condenados a siete años y medio como las personas que se vestían de miembros de la Benemérita, cometían los atracos y los que realizaron alguna que otra lesión a las víctimas. Asimismo, Pablo Eduardo Guerrero, representado por la abogada Noemí González, ha sido condenado a cuatro años de prisión por un asalto y lesiones, que serán sustituidos por la expulsión del país; y dos años para la que hacía de “informadora” Esther Hernández, defendida por José Cabrejas, si bien ésta no ingresará en ningún centro penitenciario.

Sus primeras víctimas fueron un matrimonio de Alagón, Jorge y Rosa. Ambos estaban durmiendo cuando llamaron al timbre una noche de mayo de 2012. El marido bajó a la entrada para saber quien era y dos falsos guardias civiles les enseñaron el emblema de la Benemérita, le dieron un empujón y le dijeron que “era un registro de drogas”.

Fueron maniatados con bridas, mientras registraban su casa y robaban una gran cantidad de joyas de oro y un billete de 50 euros. Después de conseguir el botín, se fueron abandonando a su suerte a la pareja. De hecho, éstos consiguieron ayuda, tras pedir auxilio a los vecinos.

Un robo ordinario de esta banda frente al que protagonizaron en el mes de junio en Pedrola en la vivienda de Ángel y Elvira. La forma de proceder era la misma, pero les falló el sentimiento de lástima que tuvieron con la hija de esta pareja, de 13 años, a la que no engrilletaron. Fue ella la que pidió ayuda a sus dos hermanos mayores.

Jorge dormía cuando entraron en su casa los acusados Jorge dormía cuando entraron en su casa los acusados
Cuando éstos se presentaron en la casa y vieron que no eran miembros de la Benemérita comenzaron una pelea que hizo que estas personas sufrieran policontusiones y que no evitaran el robo. De hecho, volvieron a llevarse gran cantidad de joyas de oro de la familia. Lo que no sabían los ahora encausados es que estaban siendo controlados por la verdadera Guardia Civil, que no tardó en detenerles cuando emprendían camino de regreso hacia Zaragoza.

La sentencia es ya firme, ya que todos los abogados han decidido no recurrirla.

“Mi mujer estaba desnuda cuando entraron en casa, nos engrilletaron y nos quitaron todo”

Jorge Martín, un portugués afincado en Alagón, fue una de las víctimas de esta banda. Este martes ha acudido al juzgado para declarar, si bien ha aceptado un acuerdo, después de conseguir el pago de las joyas robadas, así como el pago de 1.000 euros por daños morales.

Y es que Martín reconocía en los pasillos de esta sede judicial que “jamás iba olvidar aquella noche” en la que entraron a su casa por un registro y acabaron engrilletados. “Estaba mi mujer durmiendo desnuda cuando entraron. Esa fue una escena que no se me va a olvidar”, ha señalado, mientras aseguraba que no sólo fueron los robos de joyas, sino que también les rompieron varios muebles en la búsqueda del botín.

Esta víctima ha reconocido que fue “toda una sorpresa” que unos guardias civiles llamaran para un registro de drogas cuando no traficaban, pero que luego “se dio cuenta de que una de las acusadas le propuso formar parte de esta banda con anterioridad”, pero que él se negó.
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