La unidad de paisano de la Policía Local se reactivará durante la feria

Los diez agentes, más el oficial, que conforman la Unidad de Policía Administrativa e Intervención (UPAI) de Camas -que desde octubre de 2012 tiene autorización de la Subdelegación del Gobierno para patrullar y actuar de paisano- volverán a reactivarse tras el parón veraniego durante la feria del municipio, que arranca el próximo miércoles. Con ello aumentarán los controles en las casetas, sobre el consumo de alcohol en zonas no autorizadas, la venta a menores, los actos vandálicos o la venta ambulante y de productos peligrosos en tómbolas y atracciones. Será la primera vez que este servicio, pionero en tanto que no está centrado en perseguir conductas penadas, como la venta de droga, sino las que sólo tienen una sanción administrativa, funcione en la feria.
Según recuerda el alcalde, Rafael Recio (PSOE), a pesar de que muchos vieron y ven en la unidad un afán recaudatorio -desde su existencia se han multiplicado las sanciones por botellonas o venta ambulante, por ejemplo-, su objetivo es luchar de un modo "eficaz" contra conductas incívicas, especialmente intensas en Camas que por su orografía, su carácter de cinturón obrero en el que conviven personas de distinta procedencia, falta un sentimiento de pertenencia y eso las favorece. También se pretendían reducir otras conductas que generan muchas quejas en el Ayuntamiento, como la venta ambulante o las defecaciones de perros en la calle. Antes de su puesta en marcha, se emitió un bando y se hizo una campaña informativa para los vecinos. Unidades de paisano de este tipo son frecuentes en grandes ciudades, no en municipios como Camas.

Según explica Recio y Emilio Blanco, el oficial encargado de la UPAI, en estos meses, las sanciones impuestas por los policías de paisano han podido suponer una recaudación de alrededor de 20.000 euros, una cifra "irrisoria", dicen, para un municipio del tamaño y de la complejidad administrativa de Camas. Aún así, la unidad y, especialmente, una de las ordenanzas con cuya aplicación se está siendo más severo, la de convivencia y civismo, va a tener una segunda parte. El gobierno local va a elaborar otra que regule cómo jóvenes o personas sin ingresos pueden suplir las sanciones económicas con trabajos al servicio de la comunidad, para poner más el acento en el objetivo educativo de esas multas. Muchos de los padres que en última instancia las abonan, lo admiten ya.

Los agentes de la UPAI -diez de un cuerpo compuesto por 36 profesionales- también advierten e informan a los ciudadanos antes de poner la denuncia. Desde que existe la ordenanza de Convivencia y Civismo y la unidad de paisano se han puesto decenas de denuncias por practicar botellonas, con sanciones de 90 euros por persona. La unidad, a la que próximamente se va a dotar de un nuevo vehículo camuflado, ha sido especialmente efectiva también en el control del vertido de escombros, otra de las lacras de Camas , con más de 20 sanciones que pueden llegar a los 3.000 euros, al ser una normativa autonómica.

Como lo es la de la venta ambulante, que creó cierta alarma en los dos o tres primeros meses de funcionamiento de la unidad, cuando se sancionó a una docena de personas con multas que también pueden llegar a ser de 3.000 euros. Según explica el oficial, al propio alcalde le preocuparon las quejas, aunque han tenido un efecto disuasorio y el fenómeno de la venta sin licencia se ha reducido drásticamente en Camas. También se han sancionado obras ilegales, pintadas, actos vandálicos de diverso tipo. El hecho de que los agentes no sean reconocidos por su uniforme, evita esa frase repetitiva de que "cuando os ven venir, se van" de los vecinos.

Casi todas las conductas que eran motivo de queja en el Ayuntamiento y que atañen a esta unidad se han reducido de forma considerable. Rafael Recio admite que lo único que no han logrado atajar del todo es el malestar por las cacas de los perros en calles y plazas a pesar de que los propios agentes de paisano se sorprenden, cuando están pendiente de los ciudadanos que pasean con sus mascotas, de cómo han aumentado los que recogen los desechos.

"En realidad pensábamos que tendríamos que dar más explicaciones", admite Emilio Blanco sobre la aceptación de la UPAI. Para el alcalde, el balance también es satisfactorio, y recuerda el buen funcionamiento en general de la Policía en Camas, que entre la local y la nacional suma casi cien agentes.
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