Un guardia civil camina 280 kilómetros y pone su «grano de arena» contra el cáncer

«Que te den la noticia de que tu hijo de tres años tiene un cáncer llamado neuroblastoma, en su estadio 4, es algo que ningún padre ni madre de este mundo está preparado para recibir». Así expresaba el sargento de la Guardia Civil, Francisco José Garlito, los motivos que le han llevado a emprender una marcha de 280 kilómetros a pie y sin pernoctar. Esta es su particular forma de luchar a favor de la investigación contra el cáncer infantil.

El sargento inició su recorrido el pasado 16 de julio desde el Monasterio de Montserrat (Barcelona) con el objetivo de llegar hasta la basílica del Pilar de Zaragoza, meta que ha alcanzado este viernes. El itinerario, en el que ha recaudado fondos para tres asociaciones oncológicas infantiles, pertenece a la parte catalana del Camino de Santiago, que ha decidido repartir en nueve etapas, sin parar ni siquiera por las noches.

Garlito se ha propuesto con esta hazaña recaudar al menos 1.000 euros para la causa y, por ahora, la cantidad acumulada está cerca de alcanzar los 700 euros. En cada una de las estaciones ha recibido estas donaciones a través de unas «huchas solidarias» y también por medio de la web www.migranodearena.org.

Las asociaciones que han colaborado con esta iniciativa trabajan para incrementar la investigación del cáncer infantil y para mejorar la calidad de vida de los niños que padecen este tipo de enfermedades.

«Nos dejaremos el alma por tenerte»
El agente, destinado en el Grupo Reserva y Seguridad número 4 de Montserrat, está casado desde 2007 y tiene dos hijos. Al menor de ellos, que ahora tiene cuatro años, le diagnosticaron cáncer de desarrollo, conocido como neuroblastoma. Actualmente, recibe tratamiento en el Hospital de San Juan de Dios de Espluges de Llobregat (Barcelona).

«Vamos a dejarnos el alma para tenerte siempre con nosotros, para que puedas tener un futuro lleno de vida y amor»
Antes de partir, Francisco José Garlito le ha hecho una promesa a su hijo: «Vamos a dejarnos el alma para tenerte siempre con nosotros, para disfrutar de tu sonrisa y tu energía eternamente y que puedas tener un futuro lleno de vida y amor». Y la marcha a pie ha sido su forma de demostrárselo. Porque la enfermedad de su hijo le ha enseñado, según reconoce en la web de donaciones, que, ante situaciones así, «no queda más remedio que afrontar la vida con entereza y valentía, y pelear».
http://www.abc.es/espana/20130720/abci-guardia-civil-marcha-cancer-201307191844.html