La Guardia Civil reconstruye el intento de rapto de una menor en Bocairent

Tiene 15 años y ya se ha convertido en una heroína. Los vecinos de Banyeres de Mariola, un pequeño pueblo alicantino de 7.500 habitantes, no salen de su asombro desde que se enteraron cómo una menor logró zafarse de sus dos raptores. La adolescente mordió en el brazo a uno de los secuestradores, saltó de una furgoneta y se escondió dos horas en pleno monte tras tumbarse en una cavidad y taparse con unas ramas.

Los hechos se produjeron el pasado día 22 de mayo. La chica estaba haciendo 'footing' por un camino cercano a su casa. El reloj marcaba las cinco y media de la tarde. Un individuo que conducía una furgoneta paró el vehículo junto a ella y le preguntó algo. La menor, que tiene problemas auditivos, no oyó lo que le dijo. Mientras tanto, un segundo hombre bajó de la furgoneta y cogió por detrás a la adolescente.

Tras meterla en el vehículo, los raptores emprendieron la marcha. El presunto secuestro tuvo lugar en un camino muy poco transitado en el término de Bocairent. Pero la chica logró escapar tras morder a uno de los captores y abrir la puerta de una patada. «Mi hija ha subido muchas veces en furgonetas de carga porque tengo un taller. Demostró mucha sangre fría para escapar», afirma Jorge S., de 40 años.

«Nos dijo que el hombre sacó un frasco con un líquido de una mochila, al parecer, para dormirla», según el padre, y aprovechó ese momento «para morderle en el brazo». Luego salió corriendo y huyó por el monte. «Fue muy lista porque dejó el camino para que no la siguieran con la furgoneta», sostiene Jorge.

Tras colarse por un agujero en una zona vallada de monte privado, la menor se metió en una «especie de madriguera y se tapó con unas ramas», asegura el padre. Allí se escondió durante dos horas hasta que anocheció. Luego regresó a su casa y le contó a sus padres, entre lloros, el rapto y la espectacular fuga.

«Estábamos muy preocupados, y salimos a buscarla por el monte, pero como la pobre estaba escondida no la vimos», explica Jorge. Tras denunciar el intento de secuestro en el cuartel de la Guardia Civil de Banyeres de Mariola, dos miembros del Equipo Mujer Menor (EMUME) de la Guardia Civil de Valencia se hizo cargo de las investigaciones.

Los agentes realizaron una reconstrucción de los hechos con los datos aportados por la víctima y comprobaron que su relato correspondía con las pruebas y los indicios hallados en el camino y el monte privado. Allí encontraron rodadas de una furgoneta, el agujero en la valla y las ramas junto a la madriguera. Además, la menor tenía un arañazo en un brazo que le causó presuntamente el raptor cuando intentó evitar que saltara de la furgoneta. «Ya sé que parece una historia increíble, pero todo indica que dice la verdad», asevera el padre. «¿Por qué se iba a inventar mi hija un rapto?», pregunta Jorge. La Guardia Civil también da credibilidad al testimonio de la adolescente y mantiene abiertas las investigaciones