Trescientos bares de copas deberán instalar un nuevo limitador acústico conectado a la Policía en tiempo real

Compatibilizar la convivencia ciudadana con los negocios de hostelería y terrazas. El Pleno Municipal aprobó ayer la nueva ordenanza sobre ruidos y vibraciones, un reglamento que limita al máximo el ruido en la capital vallisoletana: desde el ruido que emita la maquinaria empleada en las obras, las industrias, los domicilios particulares y la hostelería. Precisamente, 300 bares de copas, pubs y discotecas deberán instalar en los dos próximos años un nuevo limitador acústico en sus locales que estará conectado vía internet al área de Medio Ambiente y a la Policía Municipal. Con este sistema se podrá controlar a tiempo real los decibelios que un determinado equipo de música esté emitiendo en ese momento, una situación derivada de una denuncia vecinal en ese momento o de oficio.

Gracias a las nuevas tecnologías los agentes policiales podrán controlar si los bares de copas cumplen con la normativa en el mismo instante de la posible incidencia, por lo que el Ayuntamiento de Valladolid obligará a los mencionados 300 hosteleros la instalación de este nuevo aparato. Una exigencia, no obstante, que será una realidad en agosto de 2015, una fecha en la que los técnicos creen como tiempo suficiente para adquirir el correspondiente limitador con transmisión online cuyo precio ronda los 3.000 euros, como explicó el concejal de Desarrollo Sostenible, Jesús Enríquez.

Pero en la ordenanza aprobada ayer con los votos mayoritarios del PP e IU y la abstención del PSOE, también entran otros aspectos como la obligatoriedad de que cada establecimiento hostelero coloque una placa en un lugar visible con su número de registro, licencias y limitaciones, horario, tipo de actividad... Asimismo, la nueva normativa incluye el plan denominado muestreo de calidad acústica para las nuevas edificaciones. Se trata de la obligatoriedad que tendrán los promotores o constructores de hacer pruebas certificadas de ruido en un número determinado de viviendas de un bloque, pero también de los elementos comunes como ascensor, portal, trasteros o garaje.

La sesión plenaria aprobó ayer también, de manera definitiva, que él Consistorio excluye los bares de copas de la norma que elimina la distancia mínima entre locales.Un texto, además, con el que se pretenden evitar más zonas masificadas por ocio nocturno pero que permitirá la apertura de negocios dedicados a las catas, boutiques de maridaje o confiterías con barra. En definitiva, será una norma más flexible, aunque sigue marcando los 25 metros entre puerta y puerta de local, y que nace con el objeto de atraer nuevos negocios. Así, por cada cien metros de calle, y si hay cinco bares la nueva norma no permite abrir un sexto para evitar la concentración.