Condenan al consistorio de Benicarló por la muerte de un motorista en 2010

El juez considera que los árboles tapaban una señal de stop en esa zona convirtiéndola en una “trampa mortal”. El Ayuntamiento debe indemnizar a los padres con más de 80.000 euros por no señalizar claramente un cruce

Una trampa mortal. El juzgado de lo Contencioso Administrativo de Castellón ha dado la razón a unos padres que denunciaron al Ayuntamiento de Benicarló en el 2010 por no señalizar correctamente un cruce del camino de Sant Gregori donde murió su hijo, de 21 años, víctima de un accidente de moto. El juez entiende que el consistorio es responsable de este suceso y lo condena al pago de una indemnización que supera los 80.000 euros.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Mediterráneo, el accidente se produjo el día 29 de septiembre del 2010, a las 18.17 horas, cuando el joven Nicolás Moreno Villacañas, vecino de Benicàssim, había acudido hasta Benicarló con un amigo para probar una moto que estaba en venta. El joven la condujo desde el cuartel de la Guardia Civil hasta una rotonda del camino de Sant Gregori. Fue al regresar, en el cruce con la vía de entrada y salida a la Nacional, cuando, al no ver la señal de stop que estaba completamente invisible y tapada por las ramas de un árbol, impactó contra un turismo, al que trató de esquivar, en un punto donde justamente hay un cambio de rasante. El motorista falleció en el acto.

Para el juez, “la señal de stop, de 17 años de antiguedad, se encontraba clavada en la cuneta del camino Sant Gregori, a 80 centímetros de distancia de la zona asfaltada, y el arbolado la tapaba, tal y como se desprende del informe elaborado por el perito contratado por los padres de la víctima”. Y continúa: “La incorrecta ubicación de la señal, dada la alineación de los árboles, se vio agravada por la falta de poda de estos, que impedían su visibilidad. Además, sobre el stop había una pintada vandálica que perjudicaba más su apreciación”.

CRUCE MUY PELIGROSO // El documento expone: “Podemos afirmar rotundamente que el cruce estaba deficientemente señalizado y, por ende, era muy peligroso, formando una trampa difícil de evitar al encontrarse los conductores de sopetón con un stop no avisado con anterioridad, parcialmente tapado por los árboles y sin ninguna referencia de dónde parar, porque no había ni pivotes ni indicaciones visibles en el suelo”.

La Policía Local de Benicarló elaboró, en un primer momento, un atestado en el que achacaba como causa del accidente el exceso de velocidad del motorista, un extremo que para el juez es incierto, ya que la víctima, como ha quedado probado, “no la sobrepasó”.

El Ayuntamiento, tras el siniestro, tampoco asumió su responsabilidad, alegando que el vial era competencia de Fomento e insistiendo en que la señal era “clara y visible”. Este Ministerio, sin embargo, informó de que la zona dependía de la Policía Local. Tras dos años de lucha, finalmente, el juez les da la razón a los padres.