Ocho detenidos y varios heridos tras una pelea entre policías y feriantes

La pasada Nochebuena no fue una noche de paz en el recinto que acoge la feria de Navidad en el barrio alicantino de Rabasa. Una batalla campal entre feriantes y policías nacionales se saldó con ocho detenidos por delitos de lesiones y atentado, uno de ellos menor de edad, y varios heridos, según confirmaron ayer fuentes policiales. Los uniformados llegaron a pedir refuerzos a sus propios compañeros, así como a la Policía Local de Alicante y a policías municipales y guardias civiles de San Vicente del Raspeig. Uno de los agentes llegó a efectuar incluso varios disparos intimidatorios al aire en medio de la refriega.

Los hechos ocurrieron sobre las dos de la madrugada del martes, cuando varias unidades de la Policía Nacional se desplazaron a ese descampado tras ser alertados de que se estaba produciendo una reyerta. Los agentes relatan en el atestado que al llegar se toparon con un tumulto e n el que un número considerable de personas se estaban golpeando y lanzándose objetos de todo tipo.

Dos individuos salieron huyendo pero fueron interceptados a escasos metros de distancia. Los agentes sostienen que los demás contendientes se separaron entonces en dos grupos diferenciados y comenzaron a increparles y a insultarles cuando trataban de identificarlos.

Supuestamente, uno de los implicados amenazó de muerte a un agente al tiempo que esgrimía un cuchillo, lo que llevó al funcionario a disparar dos veces al aire con su arma reglamentaria.

De acuerdo con la versión policial, que los arrestados contradicen, los feriantes también arremetieron contra los uniformados con las brasas de la barbacoa que estaban realizando y unas sillas de madera, entre otros objetos. En el lugar de los hechos fueron intervenidos esos muebles, así como dos cuchillos y algunos destornilladores, según las fuentes consultadas.

Los feriantes, que están representados por el abogado Miguel Ángel Monserrat, quedaron ayer en libertad con cargos tras prestar declaración ante la juez de guardia.

Un forense les exploró físicamente porque casi todos presentaban lesiones que en algún caso requirieron puntos de sutura. Un joven de 19 años aún llevaba puesto el pantalón de pijama del hospital en el que había estado ingresado cuando compareció en el juzgado. Por su parte, varios policías también han presentado partes por lesiones como contusiones y arañazos.

Cinco de los seis adultos detenidos son miembros de una misma familia que regenta varios puestos en la feria. Según su testimonio, todos ellos se encontraban reunidos, cenando para celebrar la Nochebuena en un recinto acotado y provisto de un techo cuando se presentó la Policía.

Los feriantes aseguran que pidieron explicaciones a los agentes y éstos comenzaron a agredirles con las porras. Coinciden también en que esa noche había habido una pelea pero ellos no tenían nada que ver con ella. Esa reyerta se produjo fuera del recinto donde se encuentran las atracciones y enfrentó a empleados extranjeros de la feria, agregan.

Los dos individuos que fueron capturados tras intentar huir secundaron esas afirmaciones en su declaración ante la juez, pero negaron también su implicación en la pelea que motivó la actuación policial.

Por su parte, los arrestados de la misma familia declararon a la magistrada que los policías nacionales efectuaron varios disparos al aire, no solo dos, y manifestaron en el juzgado su intención de exigir responsabilidades por las lesiones sufridas.