Condenado un guardia civil que estaba ebrio y no paró tras arrollar a dos turistas

R. S. | IBIZA Un guardia civil que durante sus vacaciones en la isla atropelló con su todoterreno a dos turistas cuando conducía ebrio, y no se detuvo, ha sido condenado a cinco meses de prisión por un delito de imprudencia grave con resultado de lesiones. Sin embargo, probablemente no ingresará en prisión puesto que carece de antecedentes penales y la condena es inferior a dos años, según explican fuentes judiciales.

Además, la magistrada Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal 2 de Ibiza, retira al agente tres años el carné de conducir. Por último, L. J. R. T., natural de Sant Gregori (Girona) y de 42 años de edad, deberá indemnizar, de forma solidaria con su compañía de seguros, con 5.102 euros al turista francés al que arrolló. Su amiga, que también fue atropellada, renunció a cualquier indemnización en la vista oral, celebrada en Ibiza el pasado 11 de septiembre. La defensa ha recurrido el fallo.

Siete cervezas «no es mucho»
«No había bebido mucho, seis o siete cervezas. Me encontraba perfectamente para conducir», comentó el procesado en el juicio, por videoconferencia desde Málaga. Sin embargo, cuando sus compañeros le dieron el alto poco después y le sometieron a un control el etilómetro marcó 0,51 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

Los hechos que se han considerado probados ocurrieron el 8 de octubre de 2007 sobre las tres de la madrugada. Un grupo de turistas franceses caminaba en fila por el margen de la calzada en Platja d’en Bossa, pasada la discoteca Space, enfrente del Sport Center, en una zona en la que no hay acera ni iluminación. L. J. R. T. conducía, en dirección a Sant Jordi, un Land Rover Discovery. «Escuché un golpe pero no me di cuenta de que había perdido el retrovisor. Era una calle estrecha, oscura y con muchos árboles», justificó el encausado.

El agente, que no se detuvo porque no se dio cuenta de lo sucedido, golpeó con el retrovisor derecho a dos de los viandantes. El hombre, que vestía de negro, estuvo cuatro días ingresado en el hospital y tardó en recuperarse 124 días, 60 de los cuales estuvo de baja. «No recuerdo nada, quedé inconsciente», comentó en la vista oral. Fue atendido de un traumatismo craneal y varias fracturas, entre ellas una en la clavícula derecha. A su amiga la asistieron a causa de una contusión en el hombro izquierdo.

La jueza explica en la sentencia que L. J. R. T. no paró el vehículo porque no se percató del atropello. Después, a la altura del hipódromo de Sant Jordi, perdió el control del todoterreno y se estrelló contra un muro de hormigón. Enseguida llegó una patrulla de la Guardia Civil y sus compañeros le hicieron un control de alcoholemia.