Varios jueces de Valencia proponen acabar con las ‘escuchas a la carta’

Existen temas judiciales que a priori parecen baladíes para aquellos que habitualmente son ajenos a los asuntos judiciales. ¿Pero qué pasaría si ese tema pudiera afectar directamente a las imputaciones de aquellos que se supone que son ‘servidores’ públicos, y que a día de hoy están a punto de sentarse en el banquillo de los acusados? La respuesta es simple, el tema incrementaría exponencialmente su importancia.

Pues eso, ni más ni menos, es lo que ocurre con uno de los puntos del día que mañana van votar en la junta de jueces de Valencia. Varios magistrados consideran injusto que “la policía pueda escoger al juez que más le guste, o que más le convenga” para tener ‘escuchas a la carta’.

Si la votación va en un sentido, todo quedará como hasta ahora, pero de lo contrario, los casos irán a reparto y será el juzgado que le toque por turno el que decida si concede o no las citadas escuchas.

¿Por qué? Fácil. Hasta ahora, los agentes de la Policía y la Guardia Civil podían presentar un caso el día que quisieran en el juzgado de guardia y solicitar unas escuchas. Según la norma vigente en los juzgados de Valencia, el juez de guardia de incidencias se hace cargo de dicho caso. Y qué es lo que pasaba, pues que los agentes se esperaban a tener lo que se conoce como un ‘juez policial’, que no es, ni más ni menos, que aquel que pone menos trabas a la hora de autorizar unas escuchas.

El problema que surge es doble. Por un lado está el hecho de que no es justo que sean siempre los mismos jueces los que se ‘traguen’ los temas complicados porque ponen menos cortapisas a la hora de conceder escuchas. Pero por otro, tampoco es justo que las citadas escuchas queden en el aire porque puedan caer en un juzgado ‘no dado a concederlas’.

La línea que separa cuándo se pueden conceder o no unas escuchas es muy fina en algunos casos. Pero la que separa otros motivos más personales de quiénes las conceden aún lo es más. ¿Qué hubiera pasado si el caso de las ONG hubiera caído en otro juzgado? Nadie lo sabe, pero la imaginación es larga, muy larga.

Pese a todo, los que más complicado lo van a tener son los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Policía Nacional (Udyco) y del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil. Las drogas son ‘lo que nadie quiere’. Cualquier caso de este tipo implica muchos meses de escuchas, prórrogas y demás intríngulis judiciales. Hasta ahora, y salvo honrosas excepciones, siempre son los mismos jueces los que acaban llevando los temas de grandes cantidades. ¿Por qué será?
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