La Ertzaintza de Eibar reanuda las obras de la comisaría tras tres meses de paralización

Las obras de la comisaría de la Ertzaintza de Eibar se han reanudado esta semana, después de encontrarse tres meses paralizadas por una serie de problemas entre la adjudicataria y los trabajadores.

La paralización de las obras había afectado notablemente a la actividad que presta la Ertzaintza debido a que los trabajadores, como medida de fuerza, paralizaron los trabajos en la sala de recepción y calabozos. Esto hizo que las diligencias y el acceso de los detenidos a los calabozos no fuera posible y todos estos asuntos tuvieran que prestarse en la vecina comisaría de Bergara.

La reforma de la comisaría de la Ertzaintza de Eibar, situada en la Avenida Otaola, estaba previsto que su finalización tuviera lugar el próximo mes de diciembre. Este proyecto fue adjudicado a Unión Temporal de Empresas formada por Antía, S.L. y Girolan, S.L. El importe de la adjudicación de estas obras asciende a 2.040.990,63, con un plazo de 14 meses.

Las obras comprenden la reforma de la planta baja, entreplanta, primera, segunda, tercera y ático, así como al conjunto de las fachadas y cubierta del edificio. La paralización de estos tres meses de trabajo posterga ahora su finalización para la primavera de 2013.

Esta misma semana se han iniciado los trabajos de reforma de las fachadas del conjunto del edificio y de las zonas pendientes por ejecución, sala de recepción y calabozos. La novedad más importante de estas obras es también que la comisaría de la Ertzaintza ahora ocupa el espacio con el que contaba el Ministerio de Interior que se ocupaba de la tramitación del DNI. Mediante unos cierres de albañilería se han creado tres despachos para la tramitación de denuncias y atención al público, «de cara a ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía».

Entre otros cambios, se ha creado un despacho reservado para atender los casos de violencia de género, mientras que los otros dos acogen los casos relacionados con seguridad ciudadana.

Despachos

Fuentes de la Ertzaintza explicaban que «hasta ahora se contaba con un único despacho que obliga a guardar cola a todas aquellas personas que venían a realizar sus tramitaciones. Con las obras dispondremos de tres despachos y esto reportará una mejor atención».

Otra de las reformas se acomete en la primera planta. Con estos trabajos se ampliará la zona de estacionamiento de vehículos para los miembros de la Ertzaintza, por medio de la demolición de vestuarios. En la planta segunda se habilitarán oficinas, mientras que en la tercera se instalará un aula, búnker y los vestuarios. Además, en la cubierta se está llevando a cabo la impermeabilización.

Las actuaciones que se están desarrollando se dirigen a conservar la construcción y asegurar su funcionalidad. Para ello, la ejecución de obras trata de respetar los elementos tipológicos, formales y estructurales. Igualmente, con estos trabajos se busca la puesta en valor del aspecto arquitectónico de las fachadas, al mismo tiempo que se le confiere una nueva envolvente térmica (lo mismo que a la cubierta y a otros elementos) convirtiéndose la intervención en una rehabilitación energética, con el fin de minimizar las pérdidas de calor que se dan hoy en día.

El edificio fue realizado por el arquitecto Joaquín Domínguez en 1953 para albergar las oficinas de la empresa Lambretta. Posteriormente este inmueble pasó a manos del departamento del Interior del Gobierno vasco para convertirse en la comisaría de la Ertzaintza en Eibar.

Este uso supuso ciertas modificaciones en el interior del edificio para la adecuación del mismo al nuevo uso.

Este edificio, en esquina, consta de planta baja y cuatro elevadas, rematándose en la esquina con una quinta planta que se conforma como torreón.
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