Intentan atropellar a dos guardias civiles

MARÍA JESÚS CACHAZO El robo y la venta ilegal de piñas parecen estar detrás del intento de atropello de agentes de la Guardia Civil en el camino del cementerio. Fuentes consultadas por este diario confirmaron que, los hechos tuvieron lugar en la noche del pasado lunes, cuando agentes de la Benemérita dieron el alto a un vehículo en el camino que conduce al camposanto. Los tres ocupantes del turismo, un Opel Kadett, no atendieron al requerimiento y, en su huida, intentaron atropellar a los agentes para evitar ser detenidos. Los guardias civiles iniciaron entonces una persecución del vehículo por las calles de la ciudad hasta que, en un terreno situado en las proximidades de una residencia de ancianos en el barrio del Canto, los ocupantes abandonaron el vehículo tras sufrir una avería y emprendieron a pie la huida. En esta persecución, los agentes consiguieron detener a uno de los viajeros, un hombre de nacionalidad rumana que, al parecer, ha presentado una denuncia por presunta agresión.
Además de detener a uno de los viajeros, los agentes requisaron el vehículo, que permanece precintado, y en cuyo maletero hallaron varios sacos de piñas, presuntamente extraídas sin autorización. A raíz de este suceso, fuentes consultadas confirmaron que, en los últimos días se han intensificado los controles preventivos de la Guardia Civil, no sólo en Toro sino también en otras localidades cercanas como Morales de Toro, para intentar controlar la recolección, el transporte de piñas y su posterior venta en la zona. La campaña de recolección de piñas en masas particulares en Castilla y León comenzó el pasado 11 de noviembre. Fuentes consultadas por este diario han confirmado que, durante esta campaña, la cosecha será más escasa por la sequía, situación que puede contribuir a la proliferación de robos. Aunque en la zona de Toro no existen demasiados pinares, algunos propietarios señalaron que en los últimos años se han incrementado los controles para evitar la recolección y posterior comercialización, de forma irregular, de este producto. Incluso, como afirmaron, en el término municipal hay pinares «sin un dueño claro», por lo que algunos ciudadanos aprovechan estas parcelas para recoger fruto, con el fin de obtener unos ingresos.

El turismo utilizado para el transporte de la mercancía permanece precintado con sacos en su maletero

En su mayoría, según estas mismas fuentes, son ciudadanos de otras nacionalidades los que se encargan de recolectar piñas, aunque en la mayoría de los casos, cuentan con la preceptiva autorización de los propietarios para los que han trabajado en otras campañas agrícolas de recogida de patata o la vendimia. Los recolectores utilizan dos sistemas para recoger el fruto, o bien escalan por el árbol o utilizan varas extensibles. En Toro, como reconocieron personas que se dedican a la recolección, apenas hay pinares, por lo que se trasladan a otros municipios cercanos de las provincias de Valladolid o Salamanca en los que, tras arrendar los pinares, recogen el fruto por el que pueden obtener, de media, un precio que oscila entre los 0,70 y 0,80 euros por kilogramo, en función de la calidad del fruto.
http://www.laopiniondezamora.es/toro/2012/11/24/atropellar-guardias-civiles/643235.html