(Formación) Interpretación del Asesinato de una agente de Policía ¿Uso del Arma de fuego si o no?

Autor: Juan González M.
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LA NOTICIA

La fallecida, miembro de la Unidad de Prevención y Reacción, tenía 38 años. El asaltante le descerrajó varios tiros a bocarrajo sin piedad. A primera hora de esta tarde, acudió a la entidad alertada por una llamada. Una empleada que se encontraba en el exterior de la oficina se había percatado de las intenciones del atracador. La casualidad hizo que Vanessa se encontrara muy cerca y acudiera al aviso. Lo hizoacompañada de un subinspector, Vicente, de 39 años.
Este agente resultó gravemente herido al recibir varios tiros en el pecho, pero tras ser intervenido de urgencia en el hospital, se encuentra fuera de peligro, estable e intubado con un pulmón dañado.
Es un hombre fuerte y deportista, con un hijo, que perteneció al Grupo Especial de Operaciones (GEO), pero pasó a la Unidad de Prevención y Reacción tras un ascenso interno.
Vanessa y Vicente habían aparcado a unos 20 metros de la sucursal y se dirigieron a pie hacia la puerta. Fue en ese instante cuando el atracador salió con una rehén agarrada por el cuello como escudo y abrió entonces fuego contra los dos policías. El atracador fue después abatido por más policías que estaban en la zona.



INTERPRETACIÓN

Ante la actual noticia del asesinato de la Policía Nacional Vanesa y el Subinspector Vicente J.A. no he dejado de escuchar numerosas hipótesis sobre cuál es la reacción adecuada de un policía ente una situación crítica como la que se encontraron los miembros del CNP.

Me gustaría dejar claro que la condición de género no supone un condicionante a la hora de reaccionar de forma correcta o incorrecta, es más ante una situación como la que nos ocupa creo que es difícil aventurarse sobre lo que es o no el comportamiento acertado, hay que estar en el lugar y sentirte encañonado para valorar lo que biológicamente ocurre en nuestro organismo, ni tan solo la condición de ser humano nos proporciona la capacidad para resolver una situación límite de una forma precisa sin llegar arriesgar la vida más de lo necesario.

Des de un punto de vista conductual y si me lo permiten me gustaría dar mi humilde  opinión sobre la actuación de los dos policías que intervienen en el atraco con resultados fatales.

Cuando se acude a un servicio de estas características nuestro sistema nervioso es capaz de adaptar al organismo a una hipotetica situación de riesgo, para ello se producen cambios hormonales y físicos que facilitan reacciones de defensa. Ninguna persona está preparada para enfrentarse a una situación de riesgo vital real y cuando esto ocurre nuestra reacciones pueden ser diversas y poco procesadas básicamente se reducen a tres opciones: Paralizarse –Huir y Pelear, todo todas ellas se centran en sobrevivir. Cuando además quien se enfrenta al peligro es un policía y la situación pone a una tercera persona en en riesgo, la opción de huida desaparece.

La reacción de Vanesa, además de heroica me parece la más razonable des del punto de vista conductual, teniendo en cuanta que se cruza con el atracador , la opción de levantar las manos y hablarle intentando tranquilizarlo es la que, según mi opinión puede proporcionarnos más posibilidades de que nadie resulte herido. Transmitir al atracador que tienes posibilidades de huida puede suponer que este no piense en atacar y su reacción se derive en la más sencilla , huir sin tener que pelear.  

Otra opción es sacar también el arma reglamentaria y encañonar al atracador haciéndole sentir amenazado y recordándole que no hay salida, que la única salida la tiene delante y son dos policías armados, seguramente la reacción del atracador en este caso será la de pelear y empuñando una pistola lo hará disparando a lo que el interpreta una amenaza (los policías).

En conclusión son muchos los factores que intervienen en una situación de estas características, aun así mi opinión es que los policías actuaron de la forma más racional y a la vez la disponían de más opciones de éxito. En este caso la actuación ha tenido un desenlace dramático entre otras cosas por la inusual situación personal del atracador (enfermo de cáncer), que posiblemente utiliza el atraco como una forma de suicidio llevando la situación al todo o nada.